La épica conquista del Cerro de la Muerte

Por Luis Gutiérrez Galera – Fotos: Philippe Chapuy

Gracias a la animosa labor de un grupo de hombres y mujeres del siglo antepasado, tierras fértiles, majestuosas montañas y un cálido clima son parte del escenario que los cerca de 150,000 habitantes de Pérez Zeledón tienen el privilegio de observar casi desde cualquier punto en el que se encuentren.

cerrodelamuerte

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La colonización del Valle del General inició cuando el presidente de ese entonces, José María Montealegre, ofreció un premio de 5000 colones a quienes abrieran una ruta entre el Valle Central y el último pueblo al sudeste. 

Cornelio Monge asumió el reto sin poder alcanzar el éxito, fue Pedro Calderón Ureña y su yerno Juan López quienes lograron en 1866 hacer un trillo que conectaría El General, Térraba y Boruca con el valle de El Guarco en Cartago. 

Con este trillo familias oriundas de la capital “Cartago” y otras áreas en el Valle Central deseosas de colonizar nuevas tierras, emprendieron el viaje al lugar que convertirían en su nuevo hogarLlegar al Valle del General en aquellos años era una osadía, casi una locura para aquellos que intentaban el viaje hasta el actual Pérez Zeledón. 

Los 165 kilómetros que separaban ambos sitios, no eran el mayor problema, sino enfrentar el temido Cerro de la Muerte con sus 3460 metros de altura, ya que su glacial clima y agrestes condiciones, provocaban que hombres y animales murieran en el intento de conquistarlo, dando razón a su lúgubre nombre. 

Posteriormente la construcción de albergues para viajeros y animales en Ojo de Agua, Cerro de La Muerte y División mejoró las condiciones de viaje y alivió los cansados pies de los nuevos pobladores que lograron cumplir con orgullo la épica conquista del Cerro de la Muerte.

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