Frida – Una mona búho que vive feliz en un santuario de vida silvestre

Frida – Una mona búho que vive feliz en un santuario de vida silvestre Frida is an owl moinkeyliving happily at the wildlife sanctuaryPor Shawn Kay

Frida llegó al Santuario en diciembre de 2016 después de ser confiscada del comercio ilegal de mascotas. Los monos búho (también conocidos como monos «nocturnos ») no son nativos de Costa Rica. En la naturaleza, se encuentran principalmente en Panamá, Colombia y otros países de América del Sur. El mono Buho figura como vulnerable en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación. La UICN es la autoridad mundial sobre el estado del mundo natural y sus datos muestran que los números de Monos Búho han disminuido en un 30% en los últimos 20 años, debido a la pérdida de hábitat, deforestación, cultivos invasores, plantaciones de café, conflictos armados y el comercio de mascotas. Los monos búho son los únicos monos verdaderamente nocturnos en el mundo, aunque hay otras especies nocturnas de primates como Loris y Lemurs. Se llaman monos Búho debido a sus ojos extremadamente grandes, cejas blancas y gruesas y sus pequeñas orejas que están en gran medida ocultas por el pelaje. Viven en pequeños grupos familiares y son socialmente monógamos. Típicamente, la pareja reproducirá un bebé por año, siendo el varón el cuidador principal. Estos monos se alimentan de una variedad de frutas, hojas e insectos, consumiendo grandes saltamontes e incluso geckos. Frida es uno de los animales más entrañables en el santuario. Su dulce temperamento y adorable rostro la convierten en una de las favoritas de los voluntarios. Como es nocturna, prefiere pasar la mayor parte del día acurrucada en su casa, aunque a menudo se asoma para echar un vistazo a los visitantes o para tomar una fruta o camote (su favorito). Por la noche, Frida corre por su recinto jugando, escalando y buscando insectos. Desafortunadamente, dado que los monos Búho no son nativos de Costa Rica, no podemos liberar a Frida en la naturaleza. No hay otros monos búho salvajes en el país, aunque es posible que se conserven más como mascotas, y la introducción de una especie no autóctona inevitablemente interferirá o perturbará el ecosistema circundante. Mientras que Frida vive feliz en el santuario en su recinto diseñado a medida, ahora está confinada a una vida en cautiverio, cuando debería vivir en la naturaleza con su tropa familiar. La historia de Frida es otro desafortunado ejemplo del impacto negativo del comercio de mascotas exóticas. Ojalá pueda ayudar a combatir el tráfico de especies silvestres al desalentar la compra de mascotas exóticas y creando conciencia sobre esta nefasta industria.

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